STAGFLATION

1 Un nuevo vocablo —stagflation— fue introducido a fin de los años 60 en el lenguaje de los economistas anglosajones. Hay stagflation siempre que el alza de los precios se cumple a un ritmo elevado a pesar de la disminución de los negocios, que es lo que ha ocurrido en la mayoría de los países industriales de Occidente en el curso de los años 1974-1975. Esta perversión de la coyuntura, que se presenta fuera del dilema clásico entre inflación o recesión, ha desconcertado a muchos expertos.
2 La historia económica de fines del siglo xixy principios del xx ha estado presidida por una alternancia regular de períodos de prosperidad con períodos de crisis

. Después de la segunda guerra mundial, el progreso de la ciencia económica permitió regularizar estas fluctuaciones cíclicas. Mientras los gobiernos intentaban controlar el entusiasmo en período de expansión, las crisis violentas desaparecían y eran reemplazadas por períodos de estancamiento (recesión). Se asiste, entonces, a un nuevo fenómeno: la inflación de los períodos de prosperidad se mantenía a pesar de la disminución de la actividad.
La inflación, que existía de manera endémica en la mayoría de los países industriales, ha alcanzado una amplitud insólita en períodos de paz: en 1975, los precios aumentaron más del 20% (con relación a 1974) en Gran Bretaña; el alza fue superior al 12% en Francia durante el año anterior y en 1975 rondaba el orden del 10%; los Estados Unidos tuvieron dificultades para controlar su inflación por debajo de su tasa, y los demás países occidentales conocieron dificultades semejantes.
Esta ola de inflación presenta rasgos peculiares. La demanda ya no desempeña el papel motriz tradicional, y el consumo se torna letárgico. El progreso tecnológico que se acelera obliga a la mayoría de las firmas a una evasión anticipada que, por sí misma, puede permitirles sobrevivir en una coyuntura en que la competencia se vuelva cada vez más violenta. Esto es verdad tanto para las ramas tradicionales (en las que la presión de la publicidad modifica incesantemente los gustos del consumidor) como para las industrias punta (ordenadores), cuyas tasas de crecimiento, sumamente elevadas, implican necesidades de capital de una amplitud desconocida.
El conjunto de medidas deflacionistas clásicas se muestra fundamentalmente inoperante. La acción sobre la demanda ha provocado una contracción de la actividad y un aumento del paro forzoso sin lograr contener la inflación. En mayo de 1975, más del 9% de la mano de obra en los Estados Unidos estaba sin empleo (el 25% en algunas categorías sociales), lo que representa más de diez millones de parados. En Europa, Gran Bretaña, Italia, Alemania y Francia alcanzaron una tasa de paro forzoso del orden del 5%.
A pesar de las medidas de reestimulación de la actividad económica, la degradación del mercado de empleo corre el riesgo de seguir sin alcanzar los incrementos en la productividad buscados por los empresarios con el fin de compensar el aumento de los costos.
fe»- Véase también: Coyuntura; Deflación; Inflación.

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