SOCIEDAD POSTINDUSTRIAL
El concepto de sociedad postindustrial fue introducido por algunos sociólogos contemporáneos —fundamentalmente por John Kenneth Galbraith (nacido en 1908) en los Estados Unidos y por Alain Touraine (nacido en 1925) en Francia— para designar el estadio alcanzado por las sociedades desarrolladas, en el que ya no es posible distinguir las condiciones económicas del crecimiento de una serie de factores estrechamente integrados a las fuerzas de producción, como, por ejemplo, la investigación técnica y científica, la educación, la información, etcétera.
Estas sociedades —ya sean capitalistas o socialistas-se caracterizan por una mayor capacidad para programar el cambio , para controlar el sistema de relaciones sociales, para actuar sobre las necesidades y las actitudes. Están dominadas por grandes organizaciones politicoeconómicas que intentan obtener de los individuos una participación dependiente de las orientaciones sociales y culturales definidas por los aparatos dirigentes.
Las formas de dominación social se transforman. La tendencia al consumo está separada de la "ley del hambre" y adopta la forma de aceptación del aumento de la productividad. La acción de los emisores centrales es más penetrante en la educación que la de la familia y la de la misma escuela. Este control de las comunicaciones concede a los poderes unos medios de integración y manipulación sin paralelo con las posibilidades de resistencia de los individuos o los grupos.
Según Alain Touraine, la sociedad postindustrial es creadora de alienación mós que de explotación. El hombre alienado es el integrado y manipulado en un sistema que no controla, aunque dicho individuo participe de un consumo acrecentado y de algunas ventajas sociales. Pero, debido a esta misma alienación, surgirán nuevos conflictos que adoptarán un carácter más social y cultural que económico. En la juventud y en otros sectores abiertos al cambio, se desarrolla una voluntad de ruptura y de reconquista de la autodeterminación que puede llegar a rechar-zar la participación en una producción y una gestión dependientes.
De este modo se explica que la universidad se haya convertido en el centro de protesta contra los aparatos político y económico. Los estudiantes, los investigadores, los jóvenes docentes y los técnicos que ejercen funciones de responsabilidad serán los promotores de los movimientos más revolucionarios. A la inversa, la clase obrera dejará de ser un actor social privilegiado, al igual que el poder patronal ya no será el principal elemento del sistema de poder en la sociedad postindustrial.
Estas tesis han sido duramente refutadas por los dirigentes de las organizaciones políticas y sindicales del movimiento obrero. Rechazan el concepto de sociedad postindustrial y afirman que la clase obrera sigue siendo la fuerza directriz de la dinámica social.
Las características comunes que la sociedad postindustrial presenta tanto en los países capitalistas como en los socialistas más avanzados dan argumentos a quienes condenan globalmente ambos sistemas. Las formas de crecimiento adoptadas por los regímenes capitalistas y por los regímenes burocráticos conducirán de manera ineludible al totalitarismo y a la alienación creciente de los individuos. Según los partidarios de esta tesis, para evitar esta alternativa convendría adoptar otra vía: la autogestión.
Véase también: "Economía y sociedad", "Nuevo Estado industrial,
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