El grado en el que un complejo entretejido de posiciones financieras repartidas entre miles de individuos, bancos y compañías podría dar lugar a la posibilidad de que una conmoción en los mercados financieros que se originara con uno cualquiera de los individuos, bancos o compañías pudiera propagarse de uno a otro hasta que los daños se extendieran de forma incontrolada por todo el sistema financiero. Algunos creen que los instrumentos derivados están sentando los cimientos para futuras crisis sistemáticas en el sistema financiero. Otros creen que los derivados tienen precisamente la posibilidad contraria, porque se usan sobre todo para cobertura
de exposiciones al riesgo y de esta manera mitigan el impacto de las conmociones en el sistema.