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RENDIMIENTOS DECRECIENTES
Situación en la cual los aumentos en la cantidad de un factor productivo variable se combinan con cantidades fijas de otros factores, y como resultado, el rendimiento marginal, primero, y más tarde el rendimiento medio del factor variable disminuyen a partir de un momento dado. Diminishing returns.
La ley de rendimientos decrecientes expresa la relación existente entre un "entrante" (factor de producción) y un "saliente" (cantidad correspondiente de bienes obtenidos por el factor de producción utilizado). La experiencia demuestra que si se utilizan conjuntamente dos factores de producción, la cantidad de un factor no puede ser constantemente acrecentada (la cantidad del otro factor es fija) sin que disminuya el volumen de la producción suplementaria realizada.
Esta disminución de los rendimientos suplementarios se debe a que las cantidades acrecentadas del factor variable están combinadas con una parte progresivamente reducida de recursos fijos. Esta ley la presentó por vez primera Turgot (1727-1781), quien señaló que la semilla arrojada en una tierra fértil, pero baldía, sólo podía lograr Una producción insignificante. La labranza permite aumentar considerablemente la producción; una segunda y después una tercera labranza hicieron progresar todavía con más rapidez la producción de la cosecha. No obstante, a partir de cierto punto, el trabajo suplementario de la tierra logra tan solo aumentar la producción en las proporciones mas débiles, debido a que el agotamiento del suelo impide aumentar la cosecha, cualesquiera sean las unidades adicionales de trabajo aplicadas.
3 Esta ley fue utilizada por el economista inglés David Ricardo (1 772-1823) para explicar el aumento de los precios agrícolas en Gran Bretaña en 1814. El desarrollo de los cultivos alcanzó tal nivel, que se hizo observable la ley de rendimientos decrecientes. El aporte de nuevas unidades de factor de producción significó cosechas proporcio-nalmente menos amplias, a la vez que aumentaban sensiblemente los costos de producción y, en consecuencia, los precios. Otro economista británico, John Stuart Mili (1806-1873), intentó demostrar que esa ley no se aplicaba a la industria.
En realidad, actualmente se reconoce que toda actividad económica atraviesa primero una fase de rendimientos crecientes y de costos decrecientes para alcanzar un óptimo a partir del cual se registra una menor eficacia de las unidades adicionales de factor de producción. Sin duda alguna, este movimiento se produce más en la agricultura que en la industria, ya que la reproducción de factores productivos no está totalmente dominada por el hombre.
Para que se cumpla, esta ley exige que se satisfagan múltiples condiciones. Es importante que los factores de producción utilizados sean homogéneos (por lo tanto, fraccionables). También es necesario que, en ciertos casos, se pueda añadir simultáneamente dos factores de producción (lo que, en el marco estricto de la ley, es una deformación), ya que si se contrata personal suplementario (mano de obra) se debe dotar a los recién incorporados del instrumental necesario (capital técnico) sin el cual este aporte de mano de obra carece de sentido.
Por otro lado, esta ley sólo se aplica a una situación técnica estable (en la industria moderna se observa que cuando la ley es descubierta, aparecen otros medios técnicos y permiten de nuevo alcanzar rendimientos crecientes).
Véase también: Economías de escala.
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