Teoría que parte de la idea de que productos iguales situados en países diferentes deben costar igual. Defiende, por tanto, que las variaciones que se producen en los tipos de cambio de las monedas se deben a los cambios producidos en el nivel de precios relativos de un país respecto al otro, de forma que el precio de un bien en un primer país expresado en la moneda de dicho país debe coincidir con el precio del mismo bien en un segundo país valorado en su moneda, multiplicado por el tipo de cambio de la primera moneda con respecto a la segunda. En consecuencia, la evolución del tipo de cambio está totalmente relacionado con el diferencial de inflación.