Curvas de aprendizaje. La productividad de los trabajadores aumenta a medida que su experiencia en la realización de una determinada actividad productiva o tarea es mayor, especialmente cuando se trata de tecnologías o productos nuevos. Esto es, el número de horas de mano de obra directa necesarias para fabricar una unidad adicional de producto disminuye a medida que el volumen de producción acumulado (o experiencia en la realización de un mismo trabajo) aumenta. Fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando se descubrió en la industria aeronáutica americana que el número de horas de mano de obra directa necesarias para fabricar un nuevo avión de combate descendía a medida que la producción acumulada de un determinado tipo de aparato aumentaba. El número de horas de mano de obra directa descendía en un 20 por 100 cada vez que el volumen de producción acumulada se duplicaba. Ello permitió formular la denominada ley del progreso al 80 por 100.