Cuando el poder de decisión se reparte entre los distintos mandos y los diferentes niveles de la organización. El prefijo «des» sugiere que la descentralización sigue a la centralización. No existe ninguna organización completamente centralizada o completamente descentralizada, sino una sucesión indefinida de situaciones intermedias entre ambos extremos. La completa descentralización supondría la negación misma del propio concepto de organización. En una organización centralizada existe siempre una mayor o menor dispersión del poder de decisión, del mismo modo que en una organización descentralizada tiene que existir siempre un cierto grado de concentración
de dicho poder. En organizaciones complejas, la descentralización es necesaria porque los altos directivos no disponen de la información ni la capacidad cognoscitiva necesarias para tomar todas las decisiones que convienen a la consecución de los objetivos. La mayorparte de la información entra en la organización por los niveles medios e inferiores del organigrama, los relacionados más directamente con los problemas reales de la empresa y su medio ambiente externo. Una organización descentralizada reacciona normalmente con mucha mayor rapidez y eficacia frente a las perturbaciones del entorno que una organización centralizada.